Artículos sobre la Administración de Recursos Humanos

El Final de la Relación Laboral

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El final de la relación laboral puede producirse por razones disciplinarias, económicas o personales. Al Departamento de RRHH le corresponde procurar que se produzca con los menores males, tanto para la organización como para el individuo.
En los casos de dimisión, jubilación y fallecimiento el final de la relación no depende de la voluntad de la empresa, salvo en los planes de jubilación anticipada, que pueden tener como objetivo la reducción de la plantilla o su rejuvenecimiento. Cuando el objetivo es el rejuvenecimiento, estos planes atienden también a las necesidades de los empleados más jóvenes, cuyas posibilidades de promoción aumentan notablemente. Para que los trabajadores decidan jubilarse anticipadamente, los planes suelen incorporar incentivos económicos. Los empleados antiguos tienen sueldos más elevados que los recientes por lo que a la empresa le puede interesar el plan incluso desde una perspectiva económica a corto plazo.
Otro caso en el que la relación laboral termina es el despido. La iniciativa del despido puede provenir de la empresa o del empleado.
El despido individual puede deberse a motivos disciplinarios, o a la necesidad de amortizar algunos puestos de trabajo que ya no son precisos y el despedido recibe un finiquito por los derechos consolidados.
El despido colectivo suele tener como origen una reestructuración de la empresa y un exceso de plantilla. El argumento empresarial es que es preferible que salten algunos del barco que se hunde, a que éste se hunda con todos los pasajeros. Los trabajadores se organizan para defender sus puestos y el problema se convierte en un conflicto.

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